Derecho Silvino Vergara

Estado tóxico V.

“Estado Tóxico”

 

Parte V

Dr. Silvino Vergara Nava

¿Podemos instaurar leyes que limiten la cantidad de

imageinteligencia que una máquina podría tener y lo

interconectada que podría estar?

Albert Cortina

Otros de los actores que permiten la conformación de este Estado Tóxico, son la ciencia y la tecnología, pareciera que el desarrollo del conocimiento del ser humano sobre todo en los siglos XVIII al XX, han permitido acercarse a las respuestas de muchas interrogantes de la vida del hombre y de la naturaleza al grado de que el saber “científico”, apartó de la teología a la filosofía así como a las ciencias exactas y naturales, ante ese fenómeno evolutivo se llegó a considerar la necesidad de ausentarse de la creencia en la existencia de Dios, -como lo sostuvo el filósofo alemán Friedrich Nietzche “Dios ha muerto” En: “la gaya ciencia”, año 1882- de esta forma el hombre es capas de controlar la naturaleza y no de cohabitar en ella, de poder someterla y no de convivir con ella. Pero, con todos los riegos actuales, provocados por el hombre y la reacción de la naturaleza, es que pareciera que la ciencia y la tecnología no han sido lo ideal y el remedio para todos los problemas de la humanidad al contrario son los que ahora los provocan, como sintetiza el profesor español Daniel Innerarity: “Los vertidos tóxicos en el Golfo de México, la crisis económica producida en buena parte por el fracaso de esos sofisticados dispositivos tecnológicos que son productos financieros o el cambio climático incluido por nuestro modelo de desarrollo no son solo desastres con graves repercusiones sociales sino, de entrada, rotundos fracasos tecnológicos.” (INNERARITY, Daniel. “Un Mundo de Todos y de Nadie”. Editorial PAIDÓS, Barcelona, 2013)

Y ¿Qué a hecho el Estado ante la ciencia y la tecnología?, podría decirse que se ha servido de ellas, en el genocidio más conocido del siglo XX; el de los judíos, por diversos autores se ha sostenido –y comprobado- que se logró debido a los avances de la ciencia y la tecnología: “Los asesinatos sistemáticos llevados a cabo a lo largo de un periodo de tiempo prolongado requirieron de una ingente cantidad de recursos… Difícilmente habría sido posible sin inventos tan típicamente modernos como la tecnología industrial, la burocracia, la jerarquía estricta del mando y la disciplina…” (BAUMAN, Zygmunt. “Mundo Consumo”, Paidós, México, 2010) Estos avances siguen siendo útiles para los Estados en iguales o similares crímenes, pero siempre con los mismos fines: el control de la población, tal y como lo resalta el profesor italiano Giovanni Sartori: “Es tal el poder de la tecnología de las comunicaciones de masas, que puede llegar a alterar, nuestros mecanismos de defensa mental… Los medios de comunicación de masas están erosionando al mundo longitudinal de las naciones.” (SARTORI, Giovanni “La Política, Lógica y Método en las Ciencias Sociales” Fondo de Cultura Económica, México, 2002) Con estos instrumentos, lo que un día es justo, mañana es lo contrario, el enemigo se convierte por estos medios en aliado, el político estadista, puede ser héroe o delincuente dependiendo de esos medios masivos de comunicación-tecnológicos; la conciencia del pueblo depende de éstos.

Pero, esto no es todo, la ciencia y la tecnología han desarrollado conocimientos impensables apenas hace cincuenta o cien años, en tanto sentencia de esa problemática Raúl Eugenio Zaffaroni: “La Corte Suprema de Estados Unidos ha reconocido en 1987 el derecho a patentar animales inventados. La técnica que permite cortar y soldar las cadenas de ADN de diferentes especies… Esto se defiende con el argumento de que la vida es una cuestión química y que la propia tecnología puede neutralizar sus peligros, lo que, sin duda, es “optimista”, pero más que “optimista”, es irresponsable y superficial.” (ZAFFARONI, Eugenio Raúl, “En busca de las penas perdidas” Buenos Aires: EDIAR. 2005) Pareciera que se ha llegado a sobre-pasar limites que ni el Estado podrá contener, ante preguntas como: “¿Existen límites biológicos en la aplicación al ser humano de técnicas de medicina regenerativa?, ¿Puede llevar una tecnificación excesiva del ser humano a su involución, en lugar de que lo mejore?, ¿Qué modelo de sociedad se quiere construir para un futuro posthumano, una sociedad más justa o una sociedad más eficiente?“ (CORTINA, Albert y otros, “¿Humanos o pos humanos? Fragmenta Editorial, Barcelona, 2015) ante estas preguntas sin responder, indiscutiblemente el propio Estado ha provocado su propia toxicidad.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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