Veo que ya no puedes más,
que estás cansada de viajar,
sé que he dicho mil veces
que pronto alguna puerta debe abrirse
y sólo tengo dudas…
y casi ya no puedo contener mi cobardía,
si tuviera una capa que te abrigue el corazón
te la entregaba… te la daría.
Mucho me dices:
“si Dios lo pide, Él nos ayuda”…
Tú que necesitas mi apoyo,
me consuelas y me animas,
me regalas, tiritando, una mirada
que sonriendo aún confía.
“Muy pronto nacerá,
creo firmemente que un milagro viene”,
eso me dices y no sé qué responder,
¿qué responderte?
*
En la completa oscuridad me siento solo.
A pesar de que el ángel me pidió confiar,
y de que prometí no tener miedo,
viajando juntos, sin hallar rumbo,
me asusta no poder cuidarte a ti y a este pequeño.
En medio de mi angustia, algo me ocurre
cuando te escucho musitar:
“hemos llegado…
nos basta este pesebre…
me basta que te encuentres a mi lado”.
¡Ay María!, ¿no has visto que lo mío son sólo dudas?…
Pero viéndote confiada, te prometo:
que seré cobijo y casa,
seré puños que luchen por tu vida
y brazos que te carguen fatigada,
seré para este Niño, que es promesa,
como es el Padre bueno: cariñoso,
seré retoño nuevo en el desierto
como retoña, por milagro,
este bastón en que me apoyo.
*
Con llanto contenido
me conmueve tu gesto
cuando besas el rostro,
que se parece al tuyo,
del precioso hijo nuestro.
*
¿Quién manda a los pastores a ayudarnos?
¿Quién puso el sol de noche en este sitio?
¿Quién cree que este sencillo carpintero
pueda ser un buen padre del Dios niño?
*
Tenías razón María,
nada falta con Él, nada falta contigo,
no nos faltó calor y tuvimos cobijo,
no nos falta la miel ni faltaron amigos,
nada falta esta noche
en que Aquel, que es palabra,
¡nos ha enviado a su Hijo!
Gustavo Rosas Goiz
Navidad 2015
- La historia que nos contamos - 6 julio, 2023
- vinieron de oriente… - 9 enero, 2023
- Amanece… - 2 enero, 2023
Me alegro por tu don en la poesía me alegro por tu fe en Dios. Me alegro de que sea mi hijo.Dios te cuide