11 de febrero de 1650

Muere el filósofo, matemático y escritor francés René Descartes. Ha sido apodado como el “Padre de la Filosofía Moderna”, y mucha de la filosofía occidental posterior es una respuesta a sus escritos, los cuales son estudiados de cerca hoy en día. En particular, sus Meditationes de prima philosophia siguen siendo un texto estándar en la mayoría de los departamentos de filosofía universitarios. La influencia de Descartes en matemáticas es igualmente evidente; el sistema de coordenadas cartesiano, que permite la referencia a un punto en el espacio como un conjunto de números y que le permite a las ecuaciones algebraicas ser expresadas como formas geométricas en un sistema coordenado de dos dimensiones, fue nombrado en su honor. Él es acreditado como el padre de la geometría analítica, el puente entre el álgebra y la geometría, crucial para el descubrimiento del cálculo y el análisis infinitesimal. Descartes fue también una de las figuras clave en la revolución científica y ha sido descrito como ejemplo de un genio. Él es quizás mejor conocido por la declaración filosófica “Cogito ergo sum” (Pienso, luego existo), que se encuentra en la parte IV del Discurso del Método (1637, escrito en francés, pero con la inclusión de “Cogito ergo sum) y en el § 7 de la parte I de los Principios de Filosofía (1644, escrito en latín).