Silvino Vergara

Todo gira alrededor de la reforma Energética

“Vil máxima de los amos de la humanidad
Todo para nosotros y nada para los demás”

A. Smith

En esta administración federal que está por cumplir su primer año, todas sus acciones indican que las políticas públicas, iniciativas de ley, reformas administrativas, tributarias, de seguridad pública, educativas, y desde luego penales, giran alrededor de la reforma energética, sin embargo: ¿Qué es la reforma energética?, resulta que, es la iniciativa del ejecutivo federal para modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución, que, en lo referente a la extracción y explotación del petróleo permite una mayor participación del capital privado y alejar como consecuencia la activad y obtención de recursos por parte del Estado, actividad que le permite, que una tercera parte del gasto del Estado se obtenga por los ingresos petroleros, y no necesariamente por las contribuciones. Entonces, si es la principal iniciativa de este sexenio desde luego que debe ser la que más argumentos de peso debe de contener, y si analizamos la misma, podemos percatarnos que es todo lo contrario, 27 limitadísimas páginas de las pobres razones por las cuales la iniciativa privada debe de intervenir en esta actividad y únicamente prohibirse expresamente la concesión, sin embargo, todo lo demás esta permitido. Por ende, si pasamos a la propuesta de reforma hacendaria, es evidentemente que se trata de una serie de medidas recaudatorias, que disminuyen los derechos de los gobernados, desalienta diversas actividades económicas, pero lo que es más preocupante, afecta la seguridad jurídica de los gobernados, lo cual es alarmante para la propia inversión privada, cita el profesor universitario Stephen Holmes: “Cuando el gobierno es incoherente, incompetente e impredecible, los actores económicos no piensan en el futuro lejano. A falta de ley y orden lo que prospera no es la libre empresa sino el capitalismo de los ladrones” (HOLMES, Stephen, “El costo de los derechos” siglo XXI, México, 2011) así, retomando esta iniciativa de la reforma petrolera, se pone de manifiesto lo que ha sucedido en estados como Colombia, Brasil, y Suecia, desde luego, sin precisar, ni explicar, que sucedía antes de sus reformas en estas países, menos aun, se expone en que consistieron las reformas, y por ultimo, no indica cuales fueron los cambios y mejoras para la población, sino simplemente es una cita elegante en la iniciativa, pero sin mayor razón, ni argumento, a lo que nos hemos acostumbrado actualmente en la academia en América latina, como sostiene C. Rodríguez Gravito: “proliferan en nuestros países los portavoces locales de teóricos del derecho europeo o estadounidense … dependientes de la realidad académica y social en las que son producidas (esas teorías)” (RODRIGUEZ Gravito, Cesar “El derecho en América latina”, siglo XXI, México. 2011) Por otro lado, habría que preguntarse ¿Qué iniciativa privada intervendrá en la actividad petrolera, si la iniciativa privada mexicana esta casi destruida? pues la enorme carga tributaria y administrativa de los últimos años se ha encargado de acabar con ésta, por ello, por simple exclusión únicamente queda que los grandes inversionistas sean extranjeros, y que el Estado al verse disminuido en sus ingresos petroleros, tenga como alternativa: seguir pidiendo prestado al extranjero, para fomentar las otras reformas, iniciando con las penales, y esto si da tiempo y alcanza, pues bien cita N. Chomsky, respecto a los originales deudores de estos préstamos, y por ende, los obligados a su pago; “La gente de las favelas no pidió prestado ese dinero, ni lo pidieron los trabajadores rurales… que pague el dinero la gente que lo pidió” (CHOMSKY, Noam “Como funciona el mundo” Katz, Buenos Aires, 2013) Al parecer, todo tiende a la necesidad de reestructurar no únicamente las iniciativas, sino el Estado mexicano, una cirugía mayor, que debe de partir con legitimar a las autoridades, y los fines del estado mexicano, que desde luego, no son los fines únicamente administrar el miedo de los ciudadanos por la inseguridad pública, sino recobrar el papel fundamental de México en América latina, empezando por respetar la dignidad de los propios ciudadanos, tan alejados del Derecho, pero sobre todo del Estado.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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