Silvino Vergara

Achicando el estado

“La economía anda bien,
Lo que no anda bien es la gente”

En: “Como Funciona el mundo”
Noam Chomsky

A unos días del debate de la nueva ley de ingresos ahora para el año de 2016, que tendrá su periodo de análisis en el Congreso de la Unión con la renovada Cámara de Diputados, se centrará por lo menos a partir del 8 de septiembre en que se presente la iniciativa de la ley por el Presidente de México, y a más tardar hasta el 15 de noviembre, -artículo 74 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos- en el hecho de que se trata de una oportunidad de corregir lo que no debió aprobarse, y que ha conformado una serie de medidas contrarias a la propia población, a los ciudadanos que día a día se las ingenian para subsistir, a todos aquellos que no ven la suya con el incremento de los precios, los impuestos y ahora con el efecto económico que tendrá el precio del dólar, pudiéramos centrarnos en tres puntos respecto a esta reforma fiscal de 2014, tan criticada por la academia, combatida en los tribunales, incumplida por los contribuyentes y tolerada por las autoridades fiscales, y que son: el envío de la contabilidad mensual por medios electrónicos, la constitución del régimen de incorporación en la ley del Impuesto Sobre la Renta, la disminución de los derechos procesales de los gobernados, esto es la reducción de los plazos para interponer los medios de defensa y la derogación del recurso administrativo en contra de las notificaciones de las autoridades fiscales, con estos elementos que se pusieran en la palestra del Congreso de la Unión, por lo menos permitiría dar la apariencia de un Estado mexicano más democrático, y protector de los derechos de los nacionales, que es para lo que se debe la propia constitución del Estado, esto es, velar por los intereses de sus gobernados, pues pareciera todo lo contrario que se vela por los intereses de otros, a decir del profesor Noam Chomsky, del poder de las grandes empresas transnacionales: “… las empresas pueden ganar todo el dinero, que quieran, pero si se meten en problemas, la responsabilidad de arreglar todo pasa a ser de los contribuyentes… las grandes empresas no quieren libertad de mercado, lo que quieren es poder…hablar del crecimiento en el comercio mundial es una broma, lo que esta creciendo en realidad son las interacciones complejas entre las grandes empresas multinacionales” (CHOMSKY, Noam, “Como funciona el mundo” Katz, Buenos Aires, 2013) Así, este lastre neoliberal de proteccionismo a las corporaciones económicas con los tratados internacionales de libre comercio, y demás regulaciones internas del Estado son las que se deben de abolir.

Para abolir ese proteccionismo estéril para los gobernados y benéfico para las empresas transnacionales es lo que debe de considerar el Estado mexicano en esta nueva conformación de la cámara de diputados, que sin mayor preámbulo derogue la obligación inconstitucional del envío de la contabilidad mensual por medios electrónicos, que contraviene la intimidad, la libertad de trabajo y de empresa, en resumen, el derecho al crecimiento de las propias empresas mexicanas, que hoy con esta regulación son más vigiladas que un delincuente en un presidio.

Por su parte, la constitución del régimen de incorporación en la ley del Impuesto Sobre la Renta, que al desaparecer el régimen de pequeños contribuyentes ha constituido a una gran población incumplida en sus obligaciones fiscales, provocado no por la población, sino por el propio Estado, confirmando esta teoría marxista que el delincuente no nace, ni lo hace la sociedad, lo inventa el Estado. Hoy, contamos como nunca con una enorme cantidad de personas que para vivir cada día se han convertido en incumplidores de la ley, infractores y evasores, por responsabilidad única del Estado y sus leyes, como bien lo dictaba en sus clases el profesor M. Foucault: “La burguesía no se interesa en los locos, sino en el poder que ejerce sobre ellos, no se interesa en la sexualidad del niño, sino en el sistema de poder que controla esa sexualidad. Se burla totalmente de los delincuentes, de su castigo o su reinserción, que económicamente no tiene mucho interés. En cambio, del conjunto de los mecanismos mediante los cuales un delincuente es controlado, seguido, castigado, reformado, se desprende, para la burguesía, un interés que funciona dentro del sistema económico político general.” (Clase del 14 de enero de 1976, Michel Foucault, “Defender la Sociedad” Fondo de Cultura Económica, México, 2014)

Por último, respecto a la disminución de los derechos procesales: la reducción de los plazos para interponer los medios de defensa y la derogación del recurso administrativo en contra de las notificaciones de las autoridades fiscales, -artículo 129 del Código Fiscal de la Federación- ha permitido una mayor recaudación a costa de la indefensión de los gobernados, en perjuicio de los derechos de defensa de los ciudadanos, que dramáticamente se ven disminuidos con el simple paso del tiempo por la sencilla razón que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos se ha encargado de promover una serie de derechos imaginarios, pues los mecanismos de acceso al poder cada día se ven más cerrados, como sintetiza el profesor R. Gargarella: “Los constituyentes tendieron a dejar intocada la “sala de maquinas” de la Constitución, esto es el área de la Constitución en la que se define como va a ser el proceso de toma de decisiones democrático. Las puertas de la “sala de maquinas” quedaron cerradas bajo candado, como si el tratamiento de los aspectos relacionados con la organización del poder solo pudiera quedar a cargo de los grupos mas afines, o mas directamente vinculados, con el poder dominante.” (GARGARELLA, Roberto, “La Sala de Maquinas de la Constitución” Katz Editores, Madrid, 2014) por ende, los cambios urgentes y necesarios de la reforma fiscal de 2014, serán entorpecidos y quedarán en el tintero de las ilusiones, bajo el argumento de que el Estado requiere de mayor recaudación a costa de los contribuyentes y sus derechos, a pesar del dispendió en gastos y concesiones a las corporaciones transnacionales que cada día achican más al Estado y sus responsabilidades.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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