Derecho

Un País Donde Hay Días Hábiles Para Cobrar Impuestos, Pero Inhábiles Para Acceder A La Justicia, Es De “Rapiña”

también Italia es escogida como país receptor del virus,

por entablar excelentes relaciones comerciales con China ”

Noam Chomsky

Con esta parálisis generalizada en las actividades económicas del país, se han estado siguiendo las indicaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para evitar que se siga propagando esa enfermedad, bajo la presunción de que lo que sostiene tal organización es lo más prudente para llevar a cabo; pues esta OMS, dicho sea de paso, ha perdido mucha credibilidad por lo menos en México. Hay que recordar que, en 2013, ella fue quien propuso al gobierno federal en turno que implementara un impuesto sobre las bebidas refrescantes y los alimentos no básicos con la finalidad, supuestamente, de que se desestimulara el consumo de estos productos nocivos para la salud de las personas; por ende, México implementó ambos impuestos, en el año de 2014, y el resultado fue que, en el caso en particular del impuesto sobre las bebidas refrescantes, es el que más crecimiento ha obtenido en la recaudación en los últimos ejercicios fiscales respecto de cualquier tipo de contribución. Esto demuestra que, lejos de que haya sido una herramienta para limitar el consumo de esos productos, sirvió para recaudar.

Pues bien, atendiendo a esas recomendaciones de la OMS, resulta que se ha paralizado cualquier operación laboral en el país. En un inicio, las escuelas y universidades; con lo que es suficiente para que se frene la economía local, pues aquellas mueven una serie de servicios que, si bien no están dentro de las grandes pérdidas económicas de los monopolios que dominan el mundo, sí resulta nocivo su paro para la economía básica. De aquí, se siguieron las empresas armadoras de vehículos. En este caso, habría que analizar si este paro es por la pandemia o más que nada porque proveedores de dichas corporaciones, oficinas, etc., llevan 36 meses de nulo crecimiento económico en sus ventas. Por su parte, algunas instituciones públicas suspendieron los días laborables en los tribunales; así ocurrió tanto en el Poder Judicial Federal como en los demás órganos jurisdiccionales locales. Sin embargo, en esta tercera semana de marzo de 2020, este no fue el caso para otros órganos de la administración pública. Particularmente, quienes no determinaron el cierre de sus oficinas y, por ende, para quienes los días siguen siendo hábiles para cualquier obligación o, en su caso, para cualquier diligencia, fueron las autoridades tributarias, es decir, las encargadas de realizar el cobro de los impuestos. Esto es algo que no tiene coherencia alguna, pues si los tribunales están imposibilitados (por ser días inhábiles para ellos) para cualquier reclamación y demanda sobre el cumplimiento a un derecho, es decir, para interponer cualquier medio de defensa que allí se realice en contra de, por ejemplo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (que sigue en marcha sin interrupción alguna), ¿qué sucederá en el caso de que estas autoridades lleven a cabo diligencias fuera de la ley en días hábiles para estas pero inhábiles para las autoridades jurisdiccionales?, ¿qué sucederá si estas diligencias afectan derechos de los gobernados como contribuyentes y éstos no cuentan con los tribunales prestos para impartir justicia?

Lo cierto es que por tratar de contener una pandemia (por lo menos, eso es lo que se está sosteniendo desde las propias corporaciones internacionales), se están dejando a su suerte a los gobernados. En el caso de México, pudiera decirse que no es tan grave como con lo que está sucediendo en Chile, pues, a raíz de estas recomendaciones internacionales, el gobierno de ese país, con la finalidad de que no cunda esa enfermedad, determinó que era prioritario poner al ejército en las calles de sus ciudades. Habrá que ver si con eso se está conteniendo la pandemia o, más que nada, el reclamo contra un sistema que ha gobernado a Chile por los últimos cuarenta años con regulaciones que —ya se ha puesto de manifiesto— no funcionan y propias del denominado neo-liberalismo. Es lo mismo que ha sucedido en México, incluso con esta actual administración pública federal, pues ésta, de haber deseado implementar políticas diferentes, es decir, de izquierda, entonces, habría dado prioridad a los derechos de los más débiles, que son, precisamente, los particulares, ante las actuaciones de las autoridades fiscales. Sin embargo, lo que sucedió es totalmente lo contrario: las autoridades tributarias pueden seguir realizando actuaciones fuera de la ley, supuestamente, para el cobro de contribuciones, porque no hay quien defienda a los contribuyentes. Efectivamente, a eso se le llama rapiña. Ya veremos después si se justifica legal y constitucionalmente.

Silvino Vergara Nava
Silvino Vergara Nava
Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, y la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Litigante en materia fiscal y administrativa. Profesor de Maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Libre de Derecho de Puebla.

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