El tiempo pasa inadvertido para muchos de nosotros, coincido en lo que dice mi Padre, “mientras más grande eres más rápido pasa el tiempo” llegamos a la última semana del año.
Un año donde seguramente se tejieron infinidad de historias, algunas no se han concluido del todo y otras tantas habrán tenido un inicio y espero que un final feliz. Recordando buenos y malos momentos es como podríamos pasar una buena tarde o tal vez hasta dos tomando una buena o mala taza de café.
Entre crisis, inseguridad, mal gobierno, ilegalidad….transcurrieron estos días. El área profesional donde me desempeño se vio muy afectada por malas actuaciones de las autoridades en materia de aplicación de la ley. Difícil me resulta creer que con una autoridad administrativa estatal ahora para que nos puedan recibir un escrito tengamos que pasar ante 3 sinodales, que evalúan, critican e impiden la aplicación correcta de la Ley, ni la Constitución, mucho menos las leyes en la materia permiten semejante aberración. Situación que además de ser ridícula resulta totalmente violatoria de nuestras garantías.
Este año descubrí los beneficios de la PRODECON, finalmente tenemos una luz en el camino, cómo es posible que ahora tengamos que acudir a una dependencia gubernamental para que meta en cintura a otras dependencias, una Procuraduría que tenga que defender al ciudadano de un gobierno al cual con nuestro voto elegimos por que en su momento creímos que era la mejor elección.
Incertidumbre sobre nuestros registros contables al amparo de jurisprudencias que anulan la certeza fiscal al solicitar elementos probatorios superiores incluso a los que las materias que dan origen a la obligación (civiles y mercantiles) proponen para que el acto sea considerado válido e incluso ante el incumplimiento puedan los tribunales de la materia fallar a favor del que promueva la demanda por incumplimiento.
Impotencia al saber y vivir que un abuso se corrige con un abuso mayor, año de buenos y malos clientes, de victorias y pérdidas honrosas, de sueños realizados y truncados.
En fin un año más donde nos encontramos juntos, contentos y estudiando.
Hasta la próxima.
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