Gustavo Rosas

vinieron de oriente…

Te perdono, estabas aprendiendo.

Te enredaste.
No había manera de conservar el equilibrio…
ahora empieza a vivir mejor,
¡vive de nuevo!

 

La primera luz de la mañana viene de oriente, como aquellos magos según narra el Evangelio. Nunca fui madrugador en mi infancia con excepción de cada 6 de enero, todavía recuerdo con gran emoción aquellas madrugadas esperando encontrar un regalo junto a mi zapato.  No me acuerdo tanto de los regalos como de la sensación tan agradable y dichosa que experimentaba, esa sensación sigue presente en mí al recordar esos días, me habita.

Ahora que lo pienso (hoy que creo que he sido siempre un adulto serio y estresado), el regalo fue haber experimentado esa ilusión y saber que mi cuerpo, mi corazón y mi espíritu son capaces de esperar, de ilusionarse, de creer, de jugar y de ser dichosos. 

Que este recuerdo sea mi guía para este año.

 

Gustavo Rosas Goiz
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Gustavo Rosas Goiz
Lo mío es contar, por eso cuento lo que se cuenta. Lo que sé: cuenta.

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